sábado, noviembre 28, 2015

tristz

La vida sin vos es como el silencio. Una agonía lenta y pareja que aprieta de a poco, firme. La tristeza, cuando haces volar por los aires un sueño, es gigante. Es como una casa abandonada, donde las cortinas del balcón ya no ondean con el viento sino que están para tapar la luz que entra y opacar cualquier vista al exterior. Son macetas con flores marchitas, un cielo gris, sin sol. Una dulzura de edulcorante lo invade todo y las sonrisas toscas. Una cama fría. Un amor impaciente que se va. Otro sistema, otro planeta, otro mundo. Alegrías efímeras que se diluyen en el recuerdo de tu boca y la mía. 

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