
De el día que empecé a pasear por adentro. Había más quibombo que en mi habitación, como si en algún momento hubiera habido un mueble que por alguna tormenta interna se había desplomado...
En un rincón estaban todas las cosas que me habían quedado sin hacer, por falta de tiempo, de ganas, de inspiración.... esperando el día de dejar de ser pendientes
Y ahí mismo, pero debajo de la alfombra estaban las cosas que había hecho pero me habían salido mal... junto con todas las palabras que había tenido que tragarme...
Y en el medio ostentando algún dejo de orgullo, mis logros... los pequeños, los grandes y los definitivamente insignificantes, pero que hacían vivir al dueño imperante de ese desorden: mi ego, que, como todo ego, era casi indomable... y digo casi y no del todo porque esta bestia no había terminado de comerse los cables de un extraño parlante... MI VOZ INTERNA.... saben de quien les hablo; ese Pepe Grillo de todo pinocho travieso, que dependiendo del día o la hora, ocasión o circunstancia, nos habla de manera distinta... y cada uno tiene el don de reconocerlo... el “NO BOLUDA/O!!!!” por cada pavada que decimos o hacemos, con una voz parecida a la de Mario Pergolini; o un “ADELANTE MI VALIENTE” con la voz de Solita Silveyra cada vez que nos falta un empujoncito.... de vez en cuando...MUY de vez en cuando, nos felicita ( en mi caso robándole la voz a mi vieja)... y si nos da algún consejo (de naturaleza variada) se apropia de la voz de algún amigo compinchón... Algún que otro “PONETE LAS PILAS FLACA/O” con la voz del jefe o supervisor de turno... (en caso de no haber tenido ninguna de las opciones anteriores con la voz de Lita de Lazari)... y los “DEJATE DE JODER” nos los dice Lanata, o en su defecto Calamardo...en fin el tema es la voz con la que me hablo yo, en momentos de reflexión casi siempre inoportunos... todavía no le he prestado demasiada atención a la voz, sino a lo que dice... La próxima la grabo... capaz que es la voz de algún conocido...