Vuelvo a escribir, que se yo que puede salir. Tengo una idea rondando mi cabeza, es casi una forma de sacar los bollos que me dejo está tormenta. Puede que termine en borradores como todo este último tiempo, pero saber que hay gente que escribe peor que yo y lo hace en diarios, libros, etc. es un buen incentivo.
Hoy es 30 de septiembre, es más, es viernes 30 de septiembre. Esto no es ninguna novedad, ni un descubrimiento científico. Por otra parte, termina la semana, el mes. En un rato nomás arranca el fin de semana, el mes 10, que ojo, son dos dígitos ya. Arrimamos la vista al calendario y las fiestas están al caer. Pateamos la pelotita para adelante y llegan las vacaciones, el comienzo de temporada, parece que es lo que esperamos todo el tiempo. En la ciudad se va a respirar una extraña calma, por otra parte, las playas, las riberas, las lagunas, y piletas se llenan. Siempre esperando el futuro.
¿Y hoy? Si, se termina todo, semana, mes, dentro de poco el año, sin embargo ¿qué pasa hoy? Alguien paro la pelota, pensó que hizo esta semana.
La probabilidad de que te hayas subido a la rueda de la rutina es alta, muy muy alta. Alguien dijo que te subís a la rutina a los 3 años, cuando empezas el jardín, sos una pulga que apenas se despega del piso, pero tiene horarios, claramente a esa edad no tenes conciencia pero te ayudan a cumplir, cumplir ¿qué palabra no?
Un poco más grande, cumplís con la rutina del colegio, fuera de horario haces otras cosas, pongo por caso, deportes, idioma, algo relacionado con el arte. Te van enseñando a cumplir, cumplir con la rutina. Es en cierta manera, mirar el reloj y seguir. La rutina se va apoderando de tu vida. Continuando la línea de tiempo, sigue la etapa en que la obligación del colegio termino, parece que la libertad es nuestra. Somos grandes podemos escoger, ¿entre qué cosas? trabajo o estudio, si hacemos las dos nos convertimos en ejemplos para la sociedad, por el contrario no haces nada, sos el villano de la película. Es real que se puede elegir, con menos de veinte años podes optar que queres hacer el resto de tu vida. Por lo menos, lo que siempre dicen es que abordas la maquina que forja tu futuro. Otro término que gira en cualquier cabeza, futuro.
Arrancas un trabajo y/o la facultad. Muy probablemente las ocupaciones llenan gran parte de la semana, tengas que soportar jefes, clientes, compañeros, profesores, hacer cosas que no te gustan, pero otra vez, miras el reloj y seguís. Te acostumbras. Casi seguro, hay materias que no te gustan, tu trabajo no te hace feliz, pero es por tu futuro y hay que cumplir. La rutina hace que esperes el fin de semana, el fin de mes para cobrar, el fin del cuatrimestre para pasar la materia, el fin de año por las vacaciones, siempre esperar. No digo que no existe gente que disfrute su trabajo o que cada una de las materias realizadas lo reconforta, cuesta encontrarlas.
La rueda de la rutina está presente en todo, salvo que estés exento de responsabilidades, o seas uno de esos afortunados que ya se retiró de todo y vive solo para disfrutar.
Si lo dejo acá sería un texto bastante bien acabado, redondito... pero no tiene sentido escribir algo rutinario, para sumar. Si le sirve a alguien mejor, sino quedara plasmada mi bronca contra esto que recorre con nosotros cada momento.
Podes estar al pedo y también vivís en una rutina increíble. Tenemos vidas estandarizadas, seguramente con tus amigos salen al mismo lugar siempre, practican deporte en los mismos sitios, las chicas compran ropa en las mismas tiendas, hacen la previa donde siempre. La amistad también puede tomar un rumbo mecánico, muchas veces las conversaciones se tornan superfluas, sin sentido o profundidad, nos escapamos de los temas que tenemos que hablar con la gente que nos quiere y nos banca. Nos guardamos ciertos quilombos por que es más fácil dejar las cosas así, nos exponemos menos. Nos escondemos en un todo bien, y una sonrisa tranquilizadora.
Si tenes pareja haces mil cosas por rutina, sobretodo si ya pasaron los primeros meses, esos que las cosas son distintas, el paso del tiempo en la pareja siembra conocimiento mutuo, una compañia, amistad, pero añade rutina de la misma forma, ya las miradas no son las mismas que los primeros meses, se pierde un poco de esa fascinación. Hasta las relaciones sexuales se tornan un hábito, sino los telos estarían llenos cualquier día, no solo los sábados a la noche. Si, si, se hace el amor por rutina. Regalos y flores en los aniversarios, cumpleaños y día de los enamorados. La pasión se hace automática.
Ni hace falta hablar de la familia, muchas veces la tele, compu y la play, nos roban el tiempo para estar con los nuestro. En lugar de unos mimos de la vieja, compartir una charla con tu hermano o sacar a pasear al perrito, dejas que el sillón o aparatos tecnológicos te consuman los minutos que te dejo libre la rutina semanal.
Por eso larga el sillón, agarra al Bobi sacalo a pasear, disfruta del sol, charla con tus amigos con el alma abierta, dale un abrazo a los viejos, escucha al abuelo que ya nadie le da bola, disfruta de preparar, oler y tomar cada café, mira a tu novi@ y busquen la mirada del primer mes, hay que hacer las cosas por y con pasión, ponete los auriculares move la cabeza o el culito, se un delirante buscando la mejor manera de vivir, mojate bajo la lluvia y disfruta de este aprendizaje que se llama vivir.
Disculpen las molestias. La gerencia.
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